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16 de junio de 2015

Sumisa... ¿Qué me gusta o no el BSDM?

¿Qué me gusta del BDSM? Pues no lo sé, todo o casi todo, depende del momento, del lugar y de las personas que me rodean.

Me gusta sobre todo las sensaciones. Me gusta la intensidad de los sentimientos, la brusquedad en acciones, la dulzura de las caricias, me gusta servir a mi amo.
Me gusta el tacto de los materiales, la suavidad de las prendas ya sean faldas de tul, medias de seda, el roce de unos guantes de látex o la dureza de las cadenas de hierro.
Me gusta cuando mi amo me coge por los cabellos y me obliga a rendirme a sus pies, o ponerme a cuatro patas o a ladrar como una perra.
Me gusta el dolor hiriente de un látigo, la palmada de una mano en mis nalgas. Me gusta el dolor agudo cuando me retuercen los pezones y el excitante calor de una lengua cuando me los comen.
Me gusta el frío miedo cuando veo que encienden una vela y la acercan a mi piel para que caiga la caliente gota de cera. Me gusta la controversia en mi mente cuando me ponen agujas. Me gusta la sensación de impotencia al estar inmovilizada.
Me gusta adorar a mi Señor, que me utilice a su antojo, servirle, arrodillarme junto a él, que sacie su placer en mí., me humille verbalmente si es su deseo y le excita. Me gusta ser su muñeca, que se sienta orgulloso de mi.
Me gusta jugar con otras personas y sentir su deseo y su diversión, me gusta hacerles gozar y que gocen de mí.
Me gusta el riesgo calculado, la inhibición de sentidos, me gusta experimentar levemente, me gusta descubrir poco a poco, Me gusta que me respeten y tengan en cuenta mis preferencias. Me gusta ir más allá. Me gusta que entiendan que si digo no, es por algún motivo. Me gusta descubrir mis límites, y saber que a veces son altos y otras son bajos.
Me gusta excitarme y excitar, me gusta jugar y que jueguen conmigo.
Me gustan otras más cosas... las que ya sé y me gustan otras que seguro que descubriré.
Estas són algunas de las cosas que me gustan del BDSM.

No me gusta muy pocas cosas..., no me gusta que no me respeten, no me gusta el dolor por el dolor, no me gusta el juego extremo y peligroso, no me gusta sentirme observada como un bicho raro, no me gusta el frío, no me gusta sentirme tensa e incómoda. No me gusta que los que están a mi alrededor se sientan molestos o que hagan cosas que no les apatece en ese momento.
No me gusta alguna otra cosa ... sobre todo las que no se parece al BDSM y dice serlo.

Y.. ¿A TI? ¿Que te gusta?


27 de agosto de 2014

1, sentimiento, 2, sentimiento, 3, Pluffff!!!!!

Hola!

Hoy estoy muy derrotada, estoy de los nervios, hoy estoy cumpliendo una condena.

En silencio...

Parece que algunos no nos damos cuenta pero no todos queremos del mismo modo ni de la misma intensidad a todas las personas. Los primeros amores son de madres y padres, al principio no podemos estar sin ellos y lloramos cuando no están al alcance de nuestra vista, después crecemos y este sentimiento se va transformando hasta llegar a estar muy lejos de ellos y no tener noticias en días o meses y por ello no los queremos menos, al contrario, los tenemos siempre presentes y amamos. El amor a los hijos es parecido hasta que vemos que son independientes y pueden hacer su vida ellos solos, que es lo mejor y le damos alas y nos conformamos en que nos feliciten el día de nuestro cumpleaños o para navidades y por ello los queremos aún más. Tenemos el amor de los amigos que hay épocas que no nos separamos, vamos de cena, comemos juntos, nos pegamos unas grandiosas juergas juntos, viajamos y todo lo compartimos y otras épocas llegamos a no vernos ni saber nada de ellos en meses, años o en la vida, pero siempre están en nuestro recuerdo y estimamos a los buenos amigos. Existen también otros amores. los platónicos, amor por los vecinos, los conciudadanos, por el equipo en el que jugamos, etc.

Hoy me duele el amor por el ser querido con el que te sientes a gusto a su lado, con el que compartirías tu vida, con el que hablarías horas, días, años, de temas tan variados que no existen en el mundo, con el que estarías en silencio a su lado horas, días, meses, años. Ese amor por el que lucharías por todo en este mundo. Ese amor que se clava en el corazón y siempre está presente. ¿Soy rara por querer pasar cada segundo de mi vida con él?. Sí lo soy.

Soy rara porque ese amor no lo es menos si está lejos, si no escuchas su voz en el tiempo, si no sientes su presencia en días, meses, años. Ese amor sigue en el corazón mientras se quiera de verdad.

Un beso a mi Amor aunque en estos momentos no pueda verle, ni hablarle, ni abrazarle.


22 de julio de 2014

Visiones desde otra dimensión

Hola!

Ultimamente he estado practicando BDSM a más nivel de lo que jamás me hubiera imaginado, he conocido otras maneras de expresarse y disfrutar, he conocido otras ideas y todo ha sido muy interesante, he ahondado un poco en algunas partes de este mundo, y he visto otras de las partes más cotidianas.

Después de varios días de juego con mi amo y otras personas descubrí mi lado guarrilla, ese pequeño rincón al que le gusta ser adorado y adorar a otras personas, el acariciar por acariciar, el besar por besar, el excitarse y hacer excitar aunque no conozcas mucho a tu jugador acompañante, sabía de mi lado excibicionista pero no mi lado de guarrilla.

Me gusta provocar en los demás y sobre todo en mi amo excitación y placer. Saber que me miran y me desean no es mi ideal, pero no me importa.  



28 de enero de 2014

He Descubierto

Hace tiempo que una llama en mi interior me quema, la mayoría del tiempo ni se nota, y otras veces se enciende vividamente y me rompe el corazón. La intuición... dicen que es un sentido, hoy no quisiera tener intuición, pues hoy me dice que mi alma esta lejos de mi, que mi anhelo está tan lejos como te encuentras tu, quizás tan cerca de ti que se confunde contigo. Al igual que yo ¿has descubierto cual es este sentimiento?.

Me duelen tus azotes, tus palmadas y latigazos, tus humillaciones, tus torturas, tus cuerdas y tu rudeza a la vez que me infunden energía y fuerza pues me recuerdan que sigues aquí. Hoy mi sufrimiento es no tenerte cerca.


29 de agosto de 2013

¿Alma de sumisa en todo momento?

Hoy no ha sido un gran día, me he levantado mal, mal para vestirme, he llegado mal al trabajo y encima me había olvidado algo en casa y he tenido que volver, mal y tarde a la hora de salir del trabajo, mal en la tienda al cambiar una prenda, mal a la hora de planificar la cena, mal en la conversación durante la cena, mal y pronto acabó la cena, y lo peor fui mala compañia. Aquí mi preambulo, y siguiendo el día me pongo a escribir en el blog mis pensamientos que creo que hoy no son muy optimistas:

Antes, de joven, ni sabía que se podía ser sumisa en el sentido en que hoy me considero, pero creo que lo era un poco y lo peor con todo el mundo, acataba ordenes y obedecía  muchas veces sin poner resistencia, me gustaba agradar a los demás, era una buena niña, a veces me resistía o cuestionaba las órdenes y se me decía que no debía ser revelde. Ahora suelo comportarme igual, me gusta servir a mi familia, a mis amigos, a mi señor, también me gusta cuestionarme algunas ordenes y no obedecer o tardar en obedecerlas, aunque muchas veces acabe cediendo. Me gusta ser sumisa pero no en todo momento, aunque me guste la sumisión también me gusta dominar la situación, dominar mi vida, dominar lo que hago, dominar lo que digo, dominar como soy.

¿Sumisa en todo momento? Revelde en muchos.

6 de junio de 2013

Los deseos, azotes y demás

Una sumisa no debería tener deseos, a veces sus deseos no son los de su Amo...  Amo no me azotes que he sido buena, sonrió pícara pues sabía que no era del todo cierto.

¿A quién le gusta que le azoten? si hacemos esta pregunta abiertamente todo el mundo respondería que a nadie le gusta sufrir el dolor que provocan los azotes. el primer día que mi Amo me azotó mis nalgas se reveló y mi mente se bloqueó, me preguntaba como puedo dejar que me azoten y lo peor después de varios azotes como es que he acabado sonriendo como si no hubiera pasado nada, un misterio. El dolor es parte del juego para algunos sumisos y sumisas, es soltar esa adrenalina que guardamos y deseamos hacer circular por nuestro cuerpo, excitación al esperar cuán fuerte será el azote y cuanto podremos soportar, llega un momento en el que la mente juega y transforma el dolor en placer.

Un día, de esos frías de invierno, mi Amo me llamó a su cuarto, estaba sentado en la cama, me hizo acercarme y que me echara sobre sus rodillas, con el culo hacia arriba, bien en pompa me ordenó. Me levantó la falda, bajó mis bragas y dejando mis algas al aire empezó a azotarme primero despacio, casi como una caricia y fue intensificando su fuerza poco a poco. Alternaba la nalga derecha y la izquierda a su antojo, notaba dolor en sus golpes pero mi coño se iba mojando en cada palmetazo. Empecé a emitir pequeños quejidos, hasta que solté un grito y él paró. Acarició mi culo ya enrojecido y el placer volvió. me ordenó incorporarme y poner mis prendar bien saliendo de la habitación.  

23 de mayo de 2013

Sentirse objeto

Cual fue mi sorpresa cuando una de las cosas que no entendía en este mundo de BDSM se me reveló. Me he sentido objeto por unos instantes, es una sensación extraña, parecía inanimada y sin sentido, mi mente solo podía pensar en que era suya, que mi voluntad era la suya y mi mayor anhelo era que me utilizara a su antojo.

Antes no podía creer que se sintiera excitación al ser usada como objeto, ni que al usarlo el dominante sintiera a la vez excitación, y lo he comprobado, no es que anulara mi voluntad, ni mi poder de decisión, ni siquiera mi personalidad. Era yo misma con mi sano juicio, mi personalidad, mi poder de decisión y mi voluntad, pero llegando al éxtasis, abandonando mis fuerzas para que él las recogiera y las utilizara como más convenía en ese momento, y supo darme lo que quería en ese momento, supo leer mi pensamiento, o yo supe lo que él pensaba, e hizo lo que sabía que iba a hacer. Creo que estamos alcanzando un alto grado de compenetración.

No fue el sentimiento que se siente cuando la otra persona te utiliza sin tu consentimiento, no te agrada, te menosprecia y quizás te humille. Me utilizó con delicadeza, con respeto y sabiendo que me gustaría. Me sentí alzada y adorada a la vez, aunque esta expresión sea insuficiente sentí su calor y excitación a la vez.