¿Qué me gusta del BDSM? Pues no lo sé, todo o casi todo, depende del momento, del lugar y de las personas que me rodean.
Me gusta sobre todo las sensaciones. Me gusta la intensidad de los sentimientos, la brusquedad en acciones, la dulzura de las caricias, me gusta servir a mi amo.
Me gusta el tacto de los materiales, la suavidad de las prendas ya sean faldas de tul, medias de seda, el roce de unos guantes de látex o la dureza de las cadenas de hierro.
Me gusta cuando mi amo me coge por los cabellos y me obliga a rendirme a sus pies, o ponerme a cuatro patas o a ladrar como una perra.
Me gusta el dolor hiriente de un látigo, la palmada de una mano en mis nalgas. Me gusta el dolor agudo cuando me retuercen los pezones y el excitante calor de una lengua cuando me los comen.
Me gusta el frío miedo cuando veo que encienden una vela y la acercan a mi piel para que caiga la caliente gota de cera. Me gusta la controversia en mi mente cuando me ponen agujas. Me gusta la sensación de impotencia al estar inmovilizada.
Me gusta adorar a mi Señor, que me utilice a su antojo, servirle, arrodillarme junto a él, que sacie su placer en mí., me humille verbalmente si es su deseo y le excita. Me gusta ser su muñeca, que se sienta orgulloso de mi.
Me gusta jugar con otras personas y sentir su deseo y su diversión, me gusta hacerles gozar y que gocen de mí.
Me gusta el riesgo calculado, la inhibición de sentidos, me gusta experimentar levemente, me gusta descubrir poco a poco, Me gusta que me respeten y tengan en cuenta mis preferencias. Me gusta ir más allá. Me gusta que entiendan que si digo no, es por algún motivo. Me gusta descubrir mis límites, y saber que a veces son altos y otras son bajos.
Me gusta excitarme y excitar, me gusta jugar y que jueguen conmigo.
Me gustan otras más cosas... las que ya sé y me gustan otras que seguro que descubriré.
Estas són algunas de las cosas que me gustan del BDSM.
No me gusta muy pocas cosas..., no me gusta que no me respeten, no me gusta el dolor por el dolor, no me gusta el juego extremo y peligroso, no me gusta sentirme observada como un bicho raro, no me gusta el frío, no me gusta sentirme tensa e incómoda. No me gusta que los que están a mi alrededor se sientan molestos o que hagan cosas que no les apatece en ese momento.
No me gusta alguna otra cosa ... sobre todo las que no se parece al BDSM y dice serlo.
Y.. ¿A TI? ¿Que te gusta?
Para que goces de tus sentidos te muestro este recopilatorio de todos mis descubrimientos y experiencias en el mundo del BDSM. Són solo opiniones.
Traductor
16 de junio de 2015
6 de junio de 2015
Os recomiendo este artículo shibarita
He leído y muy bien leído este artítulo publicado en Jot Down, sobre shibari, que está escrito como una poésita, os gustará.
http://www.jotdown.es/2015/05/sibaritas-del-erotismo/
Doy las gracias al fotógrafo de esta imagen y a quienes pudieron hacer posible esta foto, unos profesionales todos.
http://www.jotdown.es/2015/05/sibaritas-del-erotismo/
Doy las gracias al fotógrafo de esta imagen y a quienes pudieron hacer posible esta foto, unos profesionales todos.
4 de junio de 2015
Últimas experiencias
Dos impactos:
- Asistir a una cena, lo llamaré bodylunch, no sé como se llama.
Desde que oí hablar de ello siempre me intrigó cómo debía ser una comida en que la bandeja o mesa fuera un puerpo humano, pues ya lo sé, la experiencia no me desagradó tanto como a otro de los asistentes, ni me gustó como a la mayoría de ellos, aunque esperaba algo más impactante que unas personas joviales y agradables, fueran el soporte para unos alimentos que devoraron los comensales. Era una de esas cosas que dices que te gustaría hacer y después resulta que no és como la esperabas, lo cierto... no creo que vuelva a repetir, por lo que no comentaré más sobre ello.
- Mi exploración de las emociones y sensaciones al contemplar y acariciar cuerpos femeninos, guiada bajo las órdenes directas de dos amos, fuimos descubriendo el lado más dulce de la feminidad. Seas de la tendencia que seas (hetero, homosexual, bisexsual....) siempre se puede encontrar en el cuerpo femenino un éxtasis de placer.
- Asistir a una cena, lo llamaré bodylunch, no sé como se llama.
Desde que oí hablar de ello siempre me intrigó cómo debía ser una comida en que la bandeja o mesa fuera un puerpo humano, pues ya lo sé, la experiencia no me desagradó tanto como a otro de los asistentes, ni me gustó como a la mayoría de ellos, aunque esperaba algo más impactante que unas personas joviales y agradables, fueran el soporte para unos alimentos que devoraron los comensales. Era una de esas cosas que dices que te gustaría hacer y después resulta que no és como la esperabas, lo cierto... no creo que vuelva a repetir, por lo que no comentaré más sobre ello.
- Mi exploración de las emociones y sensaciones al contemplar y acariciar cuerpos femeninos, guiada bajo las órdenes directas de dos amos, fuimos descubriendo el lado más dulce de la feminidad. Seas de la tendencia que seas (hetero, homosexual, bisexsual....) siempre se puede encontrar en el cuerpo femenino un éxtasis de placer.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)