El dia 30 de noviembre asistiré a un Akelarre de los antiguos y de Dóminas, tutelado por Domina Kass. No es la primera vez que asisto a una fiesta Femdom, para mi, como sumisa de mi Amo, es curioso y divertido ejercer de Dómina y algo patoso he de decir, tardo en despertar y quizas sale mi vena sádica.
La vez anterior que asisti a un evento parecido tuve la gran suerte de toparme con un sumiso de lo más encantador, servicial y simpático espero esta vez que se encuentre allí, y que hayan otros sumisos o sumisas interesantes para mis gustos.
Para que goces de tus sentidos te muestro este recopilatorio de todos mis descubrimientos y experiencias en el mundo del BDSM. Són solo opiniones.
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28 de octubre de 2015
2 de agosto de 2015
En Barcelona, Invitación para una sumisa
Hola:
Como buena sumisa y en mi labor de ser complaciente con mi Señor invito a una sumisa a poder compartir un dia de sumisión junto a mi y poder satisfacer los deseos de mi Amo.
Que no se asuste ninguna sumisa, se negociarán los términos. Se ruega ser seria en el trato. Si se congeniara tendría mi amistad y poder charlar o jugar en alguna otra ocasión.
Las interesadas podéis contactar conmigo por mensaje privado a Maragda
o en mi perfil de fetlife
Un saludo
Como buena sumisa y en mi labor de ser complaciente con mi Señor invito a una sumisa a poder compartir un dia de sumisión junto a mi y poder satisfacer los deseos de mi Amo.
Que no se asuste ninguna sumisa, se negociarán los términos. Se ruega ser seria en el trato. Si se congeniara tendría mi amistad y poder charlar o jugar en alguna otra ocasión.
Las interesadas podéis contactar conmigo por mensaje privado a Maragda
o en mi perfil de fetlife
Un saludo
16 de junio de 2015
Sumisa... ¿Qué me gusta o no el BSDM?
¿Qué me gusta del BDSM? Pues no lo sé, todo o casi todo, depende del momento, del lugar y de las personas que me rodean.
Me gusta sobre todo las sensaciones. Me gusta la intensidad de los sentimientos, la brusquedad en acciones, la dulzura de las caricias, me gusta servir a mi amo.
Me gusta el tacto de los materiales, la suavidad de las prendas ya sean faldas de tul, medias de seda, el roce de unos guantes de látex o la dureza de las cadenas de hierro.
Me gusta cuando mi amo me coge por los cabellos y me obliga a rendirme a sus pies, o ponerme a cuatro patas o a ladrar como una perra.
Me gusta el dolor hiriente de un látigo, la palmada de una mano en mis nalgas. Me gusta el dolor agudo cuando me retuercen los pezones y el excitante calor de una lengua cuando me los comen.
Me gusta el frío miedo cuando veo que encienden una vela y la acercan a mi piel para que caiga la caliente gota de cera. Me gusta la controversia en mi mente cuando me ponen agujas. Me gusta la sensación de impotencia al estar inmovilizada.
Me gusta adorar a mi Señor, que me utilice a su antojo, servirle, arrodillarme junto a él, que sacie su placer en mí., me humille verbalmente si es su deseo y le excita. Me gusta ser su muñeca, que se sienta orgulloso de mi.
Me gusta jugar con otras personas y sentir su deseo y su diversión, me gusta hacerles gozar y que gocen de mí.
Me gusta el riesgo calculado, la inhibición de sentidos, me gusta experimentar levemente, me gusta descubrir poco a poco, Me gusta que me respeten y tengan en cuenta mis preferencias. Me gusta ir más allá. Me gusta que entiendan que si digo no, es por algún motivo. Me gusta descubrir mis límites, y saber que a veces son altos y otras son bajos.
Me gusta excitarme y excitar, me gusta jugar y que jueguen conmigo.
Me gustan otras más cosas... las que ya sé y me gustan otras que seguro que descubriré.
Estas són algunas de las cosas que me gustan del BDSM.
No me gusta muy pocas cosas..., no me gusta que no me respeten, no me gusta el dolor por el dolor, no me gusta el juego extremo y peligroso, no me gusta sentirme observada como un bicho raro, no me gusta el frío, no me gusta sentirme tensa e incómoda. No me gusta que los que están a mi alrededor se sientan molestos o que hagan cosas que no les apatece en ese momento.
No me gusta alguna otra cosa ... sobre todo las que no se parece al BDSM y dice serlo.
Y.. ¿A TI? ¿Que te gusta?
Me gusta sobre todo las sensaciones. Me gusta la intensidad de los sentimientos, la brusquedad en acciones, la dulzura de las caricias, me gusta servir a mi amo.
Me gusta el tacto de los materiales, la suavidad de las prendas ya sean faldas de tul, medias de seda, el roce de unos guantes de látex o la dureza de las cadenas de hierro.
Me gusta cuando mi amo me coge por los cabellos y me obliga a rendirme a sus pies, o ponerme a cuatro patas o a ladrar como una perra.
Me gusta el dolor hiriente de un látigo, la palmada de una mano en mis nalgas. Me gusta el dolor agudo cuando me retuercen los pezones y el excitante calor de una lengua cuando me los comen.
Me gusta el frío miedo cuando veo que encienden una vela y la acercan a mi piel para que caiga la caliente gota de cera. Me gusta la controversia en mi mente cuando me ponen agujas. Me gusta la sensación de impotencia al estar inmovilizada.
Me gusta adorar a mi Señor, que me utilice a su antojo, servirle, arrodillarme junto a él, que sacie su placer en mí., me humille verbalmente si es su deseo y le excita. Me gusta ser su muñeca, que se sienta orgulloso de mi.
Me gusta jugar con otras personas y sentir su deseo y su diversión, me gusta hacerles gozar y que gocen de mí.
Me gusta el riesgo calculado, la inhibición de sentidos, me gusta experimentar levemente, me gusta descubrir poco a poco, Me gusta que me respeten y tengan en cuenta mis preferencias. Me gusta ir más allá. Me gusta que entiendan que si digo no, es por algún motivo. Me gusta descubrir mis límites, y saber que a veces son altos y otras son bajos.
Me gusta excitarme y excitar, me gusta jugar y que jueguen conmigo.
Me gustan otras más cosas... las que ya sé y me gustan otras que seguro que descubriré.
Estas són algunas de las cosas que me gustan del BDSM.
No me gusta muy pocas cosas..., no me gusta que no me respeten, no me gusta el dolor por el dolor, no me gusta el juego extremo y peligroso, no me gusta sentirme observada como un bicho raro, no me gusta el frío, no me gusta sentirme tensa e incómoda. No me gusta que los que están a mi alrededor se sientan molestos o que hagan cosas que no les apatece en ese momento.
No me gusta alguna otra cosa ... sobre todo las que no se parece al BDSM y dice serlo.
Y.. ¿A TI? ¿Que te gusta?
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11 de agosto de 2014
Sumisas: volviéndose egoísta
Hola!
Una vez leí que las sumisas se convertían poco a poco a medida que avanzaba su relación D/s en egoístas y no me lo creí, ahora puedo decir que esta afirmación es cierta al menos en mi caso, quizás mi estrecha relación con mi Señor me hace depender de él y quizás lo lleve demasiado lejos, incluso en el ámbito personas, y ahora me he convertido en egoísta de su persona, de sus atenciones.
No quiero agobiarlo deseo que sea libre y haga en todo momento lo que quiera, pero se que soy egoísta con él.
Amo disculpe mi egoísmo, no tome en serio mis impulsos de enfado, soy impulsiva y sé que debo razonar todas mis palabras y mis actos. Se que debo saber escuchar antes de protestar, que todo lo que hace es por mi, por mi felicidad y bienestar. Si desea castigarme por mis actos acataré su deseo, si desea ignorarme me aguantaré, si desea reprocharme mi mala conducta está en su derecho.
Señor, perdone a esta sumisa incontrolable, egoísta y celosa como mujer.
Me rindo a sus pies mi Amo.
Una vez leí que las sumisas se convertían poco a poco a medida que avanzaba su relación D/s en egoístas y no me lo creí, ahora puedo decir que esta afirmación es cierta al menos en mi caso, quizás mi estrecha relación con mi Señor me hace depender de él y quizás lo lleve demasiado lejos, incluso en el ámbito personas, y ahora me he convertido en egoísta de su persona, de sus atenciones.
No quiero agobiarlo deseo que sea libre y haga en todo momento lo que quiera, pero se que soy egoísta con él.
Amo disculpe mi egoísmo, no tome en serio mis impulsos de enfado, soy impulsiva y sé que debo razonar todas mis palabras y mis actos. Se que debo saber escuchar antes de protestar, que todo lo que hace es por mi, por mi felicidad y bienestar. Si desea castigarme por mis actos acataré su deseo, si desea ignorarme me aguantaré, si desea reprocharme mi mala conducta está en su derecho.
Señor, perdone a esta sumisa incontrolable, egoísta y celosa como mujer.
Me rindo a sus pies mi Amo.
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15 de enero de 2014
Mi Amo y sus ordenes desde la lejanía
Hola!
Mi Amo quiere hacer de mi una buena sumisa y yo como siempre le hago un pelín difícil su tarea.
A veces cuando me llama por teléfono me pone "tareas", que me ponga pinzas en los pezones, que utilice algún juguete en concreto, y yo, como una sumisa perezosa pongo alguna excusa. Normalmente estas negativas no tienen ninguna consecuencia, bueno... una vez, al dia siguiente vino y me azotó mi culito durante un buen rato.
Ayer me volvió a poner una tarea, y pensándolo bien... me sacudí la pereza y obedecí su orden, El morbo de hacer lo que te ordena tu Amo aunque no esté a tu lado ni lo vea, ni se entere también está muy bien.
Mi Amo quiere hacer de mi una buena sumisa y yo como siempre le hago un pelín difícil su tarea.
A veces cuando me llama por teléfono me pone "tareas", que me ponga pinzas en los pezones, que utilice algún juguete en concreto, y yo, como una sumisa perezosa pongo alguna excusa. Normalmente estas negativas no tienen ninguna consecuencia, bueno... una vez, al dia siguiente vino y me azotó mi culito durante un buen rato.
Ayer me volvió a poner una tarea, y pensándolo bien... me sacudí la pereza y obedecí su orden, El morbo de hacer lo que te ordena tu Amo aunque no esté a tu lado ni lo vea, ni se entere también está muy bien.
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20 de noviembre de 2013
Mis límites.
En el último encuentro con mi Señor intenté probar mis límites del dolor.
Un día descubrí que era un poco masoquista y no solo por gustarme las películas pasteleras que echaban en la tele, esas que te hacen llorar desde el minuto uno hasta el último minuto, sino era porque me gustaba sentir sensaciones extremas. Una caricia suave, muy suave puede ser tan extrema que te erice el vello, al igual que un latigazo en las nalgas puede hacerte contener la respiración.
Me propuse aguantar todo lo que mi señor quisiera imponerme, tenemos consensuado hacerle saber cuando estoy llegando al límite y él bien sabe cuando ha de parar para no causarme más dolor del deseado. Pero esta vez decidí no ponerme límites, parecer a alguna de esas sumisas de las novelas que están tan de moda. La prueba fue dura, ese día mi amo me ató a una silla, me amordazó y empezó a torturarme los pezones, como yo no decía nada ni siquiera me lamentaba ni suplicaba su clemencia, que parase, siguió con la cera, me horroriza en extremo pero aguanté el temor y el dolor. Viendo mi Amo que no decía nada me desató y siguió azotándome las nalgas con la pala hasta llegar al punto en que su excitación y su sentido común le hicieron parar.
He aprendido de este encuentro mucho sobre mí misma y también sobre mi Amo, ahora sé que la compenetración entre ambos es total, dónde están los límites y cómo comportarse para hacerle disfrutar. Sé que dolor me gusta y me lleva al éxtasis del placer y cual me hace sentir incómoda y humillada. También he aprendido que esto solo debe hacerse si estás muy segura de ti misma y de tu amo, y que los libros solo son literatura.
Un día descubrí que era un poco masoquista y no solo por gustarme las películas pasteleras que echaban en la tele, esas que te hacen llorar desde el minuto uno hasta el último minuto, sino era porque me gustaba sentir sensaciones extremas. Una caricia suave, muy suave puede ser tan extrema que te erice el vello, al igual que un latigazo en las nalgas puede hacerte contener la respiración.
Me propuse aguantar todo lo que mi señor quisiera imponerme, tenemos consensuado hacerle saber cuando estoy llegando al límite y él bien sabe cuando ha de parar para no causarme más dolor del deseado. Pero esta vez decidí no ponerme límites, parecer a alguna de esas sumisas de las novelas que están tan de moda. La prueba fue dura, ese día mi amo me ató a una silla, me amordazó y empezó a torturarme los pezones, como yo no decía nada ni siquiera me lamentaba ni suplicaba su clemencia, que parase, siguió con la cera, me horroriza en extremo pero aguanté el temor y el dolor. Viendo mi Amo que no decía nada me desató y siguió azotándome las nalgas con la pala hasta llegar al punto en que su excitación y su sentido común le hicieron parar.
He aprendido de este encuentro mucho sobre mí misma y también sobre mi Amo, ahora sé que la compenetración entre ambos es total, dónde están los límites y cómo comportarse para hacerle disfrutar. Sé que dolor me gusta y me lleva al éxtasis del placer y cual me hace sentir incómoda y humillada. También he aprendido que esto solo debe hacerse si estás muy segura de ti misma y de tu amo, y que los libros solo son literatura.
29 de agosto de 2013
¿Alma de sumisa en todo momento?
Hoy no ha sido un gran día, me he levantado mal, mal para vestirme, he
llegado mal al trabajo y encima me había olvidado algo en casa y he
tenido que volver, mal y tarde a la hora de salir del trabajo, mal en la
tienda al cambiar una prenda, mal a la hora de planificar la cena, mal
en la conversación durante la cena, mal y pronto acabó la cena, y lo
peor fui mala compañia. Aquí mi preambulo, y siguiendo el día me pongo a
escribir en el blog mis pensamientos que creo que hoy no son muy
optimistas:
Antes, de joven, ni sabía que se podía ser sumisa en el sentido en que hoy me considero, pero creo que lo era un poco y lo peor con todo el mundo, acataba ordenes y obedecía muchas veces sin poner resistencia, me gustaba agradar a los demás, era una buena niña, a veces me resistía o cuestionaba las órdenes y se me decía que no debía ser revelde. Ahora suelo comportarme igual, me gusta servir a mi familia, a mis amigos, a mi señor, también me gusta cuestionarme algunas ordenes y no obedecer o tardar en obedecerlas, aunque muchas veces acabe cediendo. Me gusta ser sumisa pero no en todo momento, aunque me guste la sumisión también me gusta dominar la situación, dominar mi vida, dominar lo que hago, dominar lo que digo, dominar como soy.
¿Sumisa en todo momento? Revelde en muchos.
Antes, de joven, ni sabía que se podía ser sumisa en el sentido en que hoy me considero, pero creo que lo era un poco y lo peor con todo el mundo, acataba ordenes y obedecía muchas veces sin poner resistencia, me gustaba agradar a los demás, era una buena niña, a veces me resistía o cuestionaba las órdenes y se me decía que no debía ser revelde. Ahora suelo comportarme igual, me gusta servir a mi familia, a mis amigos, a mi señor, también me gusta cuestionarme algunas ordenes y no obedecer o tardar en obedecerlas, aunque muchas veces acabe cediendo. Me gusta ser sumisa pero no en todo momento, aunque me guste la sumisión también me gusta dominar la situación, dominar mi vida, dominar lo que hago, dominar lo que digo, dominar como soy.
¿Sumisa en todo momento? Revelde en muchos.
5 de mayo de 2013
Otra evolución en mi mundo de sumisa
Todo es una línea continua, no estamos solos en el universo, pensamos que somos únicos y diferentes a los demás pero lo cierto es que todos somos iguales, hay miles de personas que son como tú y como yo, que sienten, tienen necesidades, placer, angustias, que crecen y viven igual que todos.
Al principio de los principio de mi nacimiento en el BDSM me sentí algo mal y rara, no podía controlar mis emociones y envuelta en los tabúes que me marcaron en mi vida pensaba que este mundo no tenía cabida en mi vida, pero hoy me doy cuenta que hay más personas que viven este mundo con total normalidad. He ido creciendo avanzando y evolucionando y ya lo estoy considerando como algo de la vida, de mi vida.
Ayer salimos mi Señor y yo, como otras veces elegimos mi vestuario, me había regalado un par de prendas para lucir en estas ocasiones, y entre los dos decidimos el vestido, esto no se me hubiese pasado por la cabeza con anteriores parejas, pero ahora es lo normal, a mi Señor le gusta que esté lo más elegante para él. Así que me puse el corpiño de cintura que le gusta a él ya que no llega a tapar mis pechos, como soy friolera me permitió que eligiera la blusa de rejilla que ponerme encima. Me había regalado esas braguitas altas que moldean la figura con una gasa que transparentaban todo mi culo, una falda negra larga y estrecha que solo me deja dar pasitos cortos y los botines bajos. Y salimos.
En su guarida había más gente, un par de parejas conocidas, con gustos afines. No era la primera vez que estábamos entre amigos, pero esta vez me sentí más cómoda, mi punto exsibicionista estaba saliendo. Hoy al recordarlo me ha sorprendido la tranquilidad que había en el lugar, el hecho de que cada uno estuviera como se dice a su royo, a veces hablando de mordazas, de sumisos y látigos mientras tomábamos unas copas, otras veces cada pareja practicando como si no hubiese nadie más, unos jugando con las cuerdas de bondage, los segundos con sus látigos, y mi Señor con las pinzas y mis pechos.
Mi reflexión de hoy es ver como he evolucionado sintiéndome cómoda ante los demás en el mundo del BDSM ya que cada día aprendo cosas diferentes. Hoy mi Señor me ha venida a ver y aunque ha sido una visita informal charlando de las vanalidades de la vida, he visto su cara relajada y contenta, ayer fue una gran velada.
Al principio de los principio de mi nacimiento en el BDSM me sentí algo mal y rara, no podía controlar mis emociones y envuelta en los tabúes que me marcaron en mi vida pensaba que este mundo no tenía cabida en mi vida, pero hoy me doy cuenta que hay más personas que viven este mundo con total normalidad. He ido creciendo avanzando y evolucionando y ya lo estoy considerando como algo de la vida, de mi vida.
Ayer salimos mi Señor y yo, como otras veces elegimos mi vestuario, me había regalado un par de prendas para lucir en estas ocasiones, y entre los dos decidimos el vestido, esto no se me hubiese pasado por la cabeza con anteriores parejas, pero ahora es lo normal, a mi Señor le gusta que esté lo más elegante para él. Así que me puse el corpiño de cintura que le gusta a él ya que no llega a tapar mis pechos, como soy friolera me permitió que eligiera la blusa de rejilla que ponerme encima. Me había regalado esas braguitas altas que moldean la figura con una gasa que transparentaban todo mi culo, una falda negra larga y estrecha que solo me deja dar pasitos cortos y los botines bajos. Y salimos.
En su guarida había más gente, un par de parejas conocidas, con gustos afines. No era la primera vez que estábamos entre amigos, pero esta vez me sentí más cómoda, mi punto exsibicionista estaba saliendo. Hoy al recordarlo me ha sorprendido la tranquilidad que había en el lugar, el hecho de que cada uno estuviera como se dice a su royo, a veces hablando de mordazas, de sumisos y látigos mientras tomábamos unas copas, otras veces cada pareja practicando como si no hubiese nadie más, unos jugando con las cuerdas de bondage, los segundos con sus látigos, y mi Señor con las pinzas y mis pechos.
Mi reflexión de hoy es ver como he evolucionado sintiéndome cómoda ante los demás en el mundo del BDSM ya que cada día aprendo cosas diferentes. Hoy mi Señor me ha venida a ver y aunque ha sido una visita informal charlando de las vanalidades de la vida, he visto su cara relajada y contenta, ayer fue una gran velada.
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25 de abril de 2013
Yo y otra sumisa
En la sesión de hoy mi Amo ha iniciado a otra sumisa.
¿Desde qué punto de vista podría hacer esta entrada?,
seguramente se podría dar variedad de ángulos sobre el qué abordar el tema,
pero quizás seré fiel al título del blog, y hablaré de
qué sentidos se me han activado durante la sesión. Una vez reflexionando sobre
ello nada más puedo decir que ha sido mi primera experiencia en BDSM junto a otra sumisa, eran nuevas sensaciones y los cinco sentidos tuvieron
su importancia, tanto como el sentido de la responsabilidad, del saber estar,
el sentido de las emociones, etc.
Estaba algo nerviosa cuando vi aparecer a mi Amo y detrás, otra
sumisa, sabía que debía estar a la altura de las circunstancias. Mi Amo primero
dedicó su atención en ella, ordenándome de vez en cuando para que le ayudara
con ella, fue suave con ella, haciéndole saber cómo debía estar a su servicio para
ser una buena sumisa, después probó su resistencia y límites, con un poco de
tortura en sus pezones, incluyendo pinzas y algún que otro latigazo en sus
nalgas, aunque antes me hizo poner
cara a la pared para poder darme con la fusta en las nalgas, para que ella viera
mi culo rojo, me estaba observando y yo no podía ver la reacción de la sumisa
ni la de mi amo que a cada latigazo en mí se volvía hacia ella para ver su
reacción, yo pensaba en el gusto de mi Amo al azotarme y al mirar a su nueva
sumisa. Rodeó con una cuerda los pechos de la sumisa y me ordenó ayudarle, fue
cuando mis manos rozaron el cuerpo de ella, era otro tacto, más fino y
delicado, cuando la hubo atado me hizo lamerle los pezones, era otro olor,
suave y dulzón, otro gusto, otras sensaciones, también le ordenó lamer los míos y esto me excitó. Nunca había estado tan en
contacto con otra mujer, y me sorprendió gratamente. A partir de ahí mi Amo se entretuvo a su gusto con ambas.
No se si volverá a haber otra sesión con la sumisa, yo gocé viendo como mi Amo jugaba con ella, y cómo ella obedecía sus órdenes.
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20 de abril de 2013
Un nombre, una identidad, algo para fantasear: Maragda
Hoy mi Amo me ha comunicado que pronto tendrá bajo su dominación a otra sumisa. Ya lo habíamos hablado antes, aunque creo que puede ser beneficioso y creativo tengo algunos temores ante su llegada. Ella no tiene experiencia y su propósito es aprender y el de mi Amo enseñarla.
Mi Amo y yo estos días hablamos sobre el tema y en un punto de la conversación me dijo cómo se le debía llamar, cómo se la conocía. Era un nombre bonito, mi amo comentó que era agradable tener una sumisa con ese nombre con el que poder nombrarla, me hizo dar cuenta que yo no tenía nombre para él, yo simplemente era su sumisa, me llama sumisa, esclava, perrita, en alguna página web tengo un nik, pero a el en su dominación demostrando su poder sobre mi, elige solamente ordenarme, mandarme, llamarme con esos nombres.
No sabía si debía alegrarme porque me consideraba su sumisa y por ello me llamaba solamente así. Entonces, le pedí que me concediera tener un nombre, tras pensarlo y consultarlo se decidió por Maragda. Me gusta, lo elegí yo y el lo aprobó, Maragda es Esmeralda en catalán, una de las piedras preciosas. No sé si este nombre le gusta en serio a mi Amo, ni si lo usará siempre o durará poco, quizás ni llegue a nombrarme por el, hará lo que desee sin que yo proteste, pero ahora es mi nombre de sumisa, Maragda.
¿Es importante un nombre para una sumisa o lo es para su Amo?.Creo que no.
Mi Amo y yo estos días hablamos sobre el tema y en un punto de la conversación me dijo cómo se le debía llamar, cómo se la conocía. Era un nombre bonito, mi amo comentó que era agradable tener una sumisa con ese nombre con el que poder nombrarla, me hizo dar cuenta que yo no tenía nombre para él, yo simplemente era su sumisa, me llama sumisa, esclava, perrita, en alguna página web tengo un nik, pero a el en su dominación demostrando su poder sobre mi, elige solamente ordenarme, mandarme, llamarme con esos nombres.
No sabía si debía alegrarme porque me consideraba su sumisa y por ello me llamaba solamente así. Entonces, le pedí que me concediera tener un nombre, tras pensarlo y consultarlo se decidió por Maragda. Me gusta, lo elegí yo y el lo aprobó, Maragda es Esmeralda en catalán, una de las piedras preciosas. No sé si este nombre le gusta en serio a mi Amo, ni si lo usará siempre o durará poco, quizás ni llegue a nombrarme por el, hará lo que desee sin que yo proteste, pero ahora es mi nombre de sumisa, Maragda.
¿Es importante un nombre para una sumisa o lo es para su Amo?.Creo que no.
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20 de noviembre de 2012
Entre tus manos
Muy buenas:
Hoy he tenido una mañana movidita, asuntos personales que atender, suerte que tengo un gran apoyo a mi lado. Después seguimos con el ajetreo, esta vez diferente, y yo pensando que después de la realidad va bien jugar. De el amigo, el compañero, se pasa al Amo, al dueño, es una línea que a veces traspasamos casi sin darnos cuenta.
Esta vez ha ido un poco más allá en dureza y determinación, en esta sesión me puso un arnés y un collar con correa que dio el sentido de posesión y dominación, una máscara de látex negra. Y entre sus manos fui un muñeco. Con la fusta enrojeció mi trasero, tras atarme en la cama, se entretenía acariciándome, besándome, jugando, puso pinzas en mis pechos y en mis partes más íntimas, que me dolieron más quizás por mi estado de ánimo o puede que por la posición, no sé, porque eran las mismas de siempre. Me pareció una eternidad, era presa de la excitación, el deseo me arrastraba, el dolor no me dejaba pensar, y el placer se mezclaba con todo lo anterior, hasta que llegó ese momento en que no se puede más que decir: "Soy toda tuya", pues, mi cuerpo y mi alma deseaba ser de él, que jugara a su antojo, entre sus manos me dejé llevar.
Quizás fue todo en conjunto lo que me excitó. Sus ordenes, el adorarle empezando por sus botas y su persona, el estar atada y más tarde cuando soltó mis ataduras el ser su perrita, todo ello me llevó a darle el placer que pedía, hasta que tras su eyaculación quedó en calma.
Después de reponer fuerzas nos despedimos... hasta su vuelta que larga será mi espera.
Hoy he tenido una mañana movidita, asuntos personales que atender, suerte que tengo un gran apoyo a mi lado. Después seguimos con el ajetreo, esta vez diferente, y yo pensando que después de la realidad va bien jugar. De el amigo, el compañero, se pasa al Amo, al dueño, es una línea que a veces traspasamos casi sin darnos cuenta.
Esta vez ha ido un poco más allá en dureza y determinación, en esta sesión me puso un arnés y un collar con correa que dio el sentido de posesión y dominación, una máscara de látex negra. Y entre sus manos fui un muñeco. Con la fusta enrojeció mi trasero, tras atarme en la cama, se entretenía acariciándome, besándome, jugando, puso pinzas en mis pechos y en mis partes más íntimas, que me dolieron más quizás por mi estado de ánimo o puede que por la posición, no sé, porque eran las mismas de siempre. Me pareció una eternidad, era presa de la excitación, el deseo me arrastraba, el dolor no me dejaba pensar, y el placer se mezclaba con todo lo anterior, hasta que llegó ese momento en que no se puede más que decir: "Soy toda tuya", pues, mi cuerpo y mi alma deseaba ser de él, que jugara a su antojo, entre sus manos me dejé llevar.
Quizás fue todo en conjunto lo que me excitó. Sus ordenes, el adorarle empezando por sus botas y su persona, el estar atada y más tarde cuando soltó mis ataduras el ser su perrita, todo ello me llevó a darle el placer que pedía, hasta que tras su eyaculación quedó en calma.
Después de reponer fuerzas nos despedimos... hasta su vuelta que larga será mi espera.
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18 de noviembre de 2012
Historia de una foto
Ese día me sentó en un amplio taburete de esos que
se usan para apoyar las piernas cuando estas en el sofá, primero ató mis pechos con
una cuerda, luego me hizo sentar y amarró mis brazos hacia atrás y mis tobillos
a las patas del taburete. Ya no podía moverme nada, él se coloco a mi espalda, yo no podía verle pero
sentía su aliento en mi nuca, y sus besos en el cuello.
Con la punta de los dedos recorría mi espalda delicadamente, despertando escalofríos. Acarició mis brazos, mis piernas, mis pechos muy
suavemente, luego sacó la capucha de látex que veis en la
foto, me la fue ajustando a mi cara muy despacio, bajó lentamente la cremallera ciñiéndola completamente. Entonces me derramó aceite para abrillantar el
látex encima de la cabeza. No sé cuanto tiempo estuvo masajeándome la máscara
, por la cara, la frente, el cráneo, las sienes hasta que estuvo
superbrillante. Yo me derretía de placer. Cuando ya estaba flotando empezó a jugar con mis pezones, a lo cual no puedo resistirme. Al cabo de un rato ya no podía resistir
tanto placer y deseaba correrme, con uno sólo de sus dedos me penetró y fue
directo al punto G.
Terminé corriéndome entre mis atadas piernas sin poder evitarlo, tan grande era el placer que
sentía. Luego mi maestro me dejó un rato mas atada y me
hizo esta foto. Yo no podía moverme y en mis ojos aún puede leerse lo que
había sentido momentos antes.
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6 de septiembre de 2012
Según el estado de ánimo
Es cierto que en muchas ocasiones el estado de ánimo influye, todos lo sabemos, últimamente estoy un poco baja de ánimos, la vida actual en una ciudad es bastante rutinaria y más si eres uno de esos millones de ciudadanos que trabajan precariamente para ganar un sueldo que no llega nada más que para satisfacer la necesidades básicas. Así que últimamente necesito más mimos.
¡Qué difícil es a veces compaginar el estado de ánimo con los de tu pareja! y si no hay ningún compromiso aunque sea tu Señor, y te hayas enganchado a él sin ni darte ni cuenta aún es más difícil, porque quizás sientes la necesidad de estar más tiempo a su lado, o que te achuche un poco más, o que deje de lado por un momento aquella práctica que te parece un poco brusca. Pero a la hora de las prácticas una sumisa obedece a su amo, puede sugerir creo yo, pero él tendrá la última palabra. Por ello el otro día lloré.
El otro día después de las prácticas y de estar divinamente toda la tarde, porque fue fabuloso, pero necesitaba estar un tiempo en tranquilidad solo sintiendo su calor, solo con mis pensamientos y él, pero no fue así, se lo rogué, lo supliqué, su respuesta fue negativa, me quedé sola, y mi corazón entristeció, mis lagrimas brotaron.
¿Puedo ser egoísta?. quizás lo doy todo y exijo todo, quizás no deberíamos crear lazos de ningún tipo, solo jugar y divertirnos...
¡Qué difícil es a veces compaginar el estado de ánimo con los de tu pareja! y si no hay ningún compromiso aunque sea tu Señor, y te hayas enganchado a él sin ni darte ni cuenta aún es más difícil, porque quizás sientes la necesidad de estar más tiempo a su lado, o que te achuche un poco más, o que deje de lado por un momento aquella práctica que te parece un poco brusca. Pero a la hora de las prácticas una sumisa obedece a su amo, puede sugerir creo yo, pero él tendrá la última palabra. Por ello el otro día lloré.
El otro día después de las prácticas y de estar divinamente toda la tarde, porque fue fabuloso, pero necesitaba estar un tiempo en tranquilidad solo sintiendo su calor, solo con mis pensamientos y él, pero no fue así, se lo rogué, lo supliqué, su respuesta fue negativa, me quedé sola, y mi corazón entristeció, mis lagrimas brotaron.
¿Puedo ser egoísta?. quizás lo doy todo y exijo todo, quizás no deberíamos crear lazos de ningún tipo, solo jugar y divertirnos...
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