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23 de mayo de 2013

Sentirse objeto

Cual fue mi sorpresa cuando una de las cosas que no entendía en este mundo de BDSM se me reveló. Me he sentido objeto por unos instantes, es una sensación extraña, parecía inanimada y sin sentido, mi mente solo podía pensar en que era suya, que mi voluntad era la suya y mi mayor anhelo era que me utilizara a su antojo.

Antes no podía creer que se sintiera excitación al ser usada como objeto, ni que al usarlo el dominante sintiera a la vez excitación, y lo he comprobado, no es que anulara mi voluntad, ni mi poder de decisión, ni siquiera mi personalidad. Era yo misma con mi sano juicio, mi personalidad, mi poder de decisión y mi voluntad, pero llegando al éxtasis, abandonando mis fuerzas para que él las recogiera y las utilizara como más convenía en ese momento, y supo darme lo que quería en ese momento, supo leer mi pensamiento, o yo supe lo que él pensaba, e hizo lo que sabía que iba a hacer. Creo que estamos alcanzando un alto grado de compenetración.

No fue el sentimiento que se siente cuando la otra persona te utiliza sin tu consentimiento, no te agrada, te menosprecia y quizás te humille. Me utilizó con delicadeza, con respeto y sabiendo que me gustaría. Me sentí alzada y adorada a la vez, aunque esta expresión sea insuficiente sentí su calor y excitación a la vez.

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