Hola:
Mi Amo y Señor me ha puesto una pequeña prueba para subir un escalón en nuestra aventura en el BDSM, entre ellas algo que pueda mostrar en mi vida diaria pero tenga un significado especial, y buscando, buscando... he encontrado una página en Facebook muy interesante dedicada a la bisutería de tema gótico. Tenéis que visitarla, es: Bisutería Gotic
A mi señor le gustaría que luciera un pircig, aunque a mi no me agrada mucho la idea, no es que no me gusten, si no que no va con mi personalidad llevarlos, quizás si me atrevería con algo en la oreja como un dragón alado.
Para que goces de tus sentidos te muestro este recopilatorio de todos mis descubrimientos y experiencias en el mundo del BDSM. Són solo opiniones.
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1 de agosto de 2013
17 de julio de 2013
Una nueva máscara
Hace tiempo que no hago ninguna entrada, parece que esté de vacaciones, no es así, mi Amo por causa de enfermedad no puede practicar BDSM, aunque ganas no le faltan y se aventuró en un intento pero su estado no se lo permite, así que si se puede decir estoy de vacaciones como sumisa. Y a esto mi entrada, un amo es un amo aunque se encuentre en situaciones difíciles para su práctica, ya que en cierta forma sigue comportándose como el amo que es.
El otro día me sorprendió con varios juguetitos de amo, entre ellos una nueva máscara inhibidora sensorial de látex, solo me la mostró y me la probé un par de minutos, pero la excitación de ambos era patente. No soy muy amante de las máscaras, capuchas y demás, y esta me sorprendió por lo sencilla que es y su gran utilidad, es totalmente de látex negro con sus aberturas para los ojos y la nariz, pero no tiene boca y te obliga a respirar por la nariz únicamente concentrándose en la respiración. Solo abrillantó la máscara cuando la tenía puesta y esa sensación del látex a la vez que me concentraba en respirar fue excitante.
El otro día me sorprendió con varios juguetitos de amo, entre ellos una nueva máscara inhibidora sensorial de látex, solo me la mostró y me la probé un par de minutos, pero la excitación de ambos era patente. No soy muy amante de las máscaras, capuchas y demás, y esta me sorprendió por lo sencilla que es y su gran utilidad, es totalmente de látex negro con sus aberturas para los ojos y la nariz, pero no tiene boca y te obliga a respirar por la nariz únicamente concentrándose en la respiración. Solo abrillantó la máscara cuando la tenía puesta y esa sensación del látex a la vez que me concentraba en respirar fue excitante.
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6 de junio de 2013
Los deseos, azotes y demás
Una sumisa no debería tener deseos, a veces sus deseos no son los de su Amo... Amo no me azotes que he sido buena, sonrió pícara pues sabía que no era del todo cierto.
¿A quién le gusta que le azoten? si hacemos esta pregunta abiertamente todo el mundo respondería que a nadie le gusta sufrir el dolor que provocan los azotes. el primer día que mi Amo me azotó mis nalgas se reveló y mi mente se bloqueó, me preguntaba como puedo dejar que me azoten y lo peor después de varios azotes como es que he acabado sonriendo como si no hubiera pasado nada, un misterio. El dolor es parte del juego para algunos sumisos y sumisas, es soltar esa adrenalina que guardamos y deseamos hacer circular por nuestro cuerpo, excitación al esperar cuán fuerte será el azote y cuanto podremos soportar, llega un momento en el que la mente juega y transforma el dolor en placer.
Un día, de esos frías de invierno, mi Amo me llamó a su cuarto, estaba sentado en la cama, me hizo acercarme y que me echara sobre sus rodillas, con el culo hacia arriba, bien en pompa me ordenó. Me levantó la falda, bajó mis bragas y dejando mis algas al aire empezó a azotarme primero despacio, casi como una caricia y fue intensificando su fuerza poco a poco. Alternaba la nalga derecha y la izquierda a su antojo, notaba dolor en sus golpes pero mi coño se iba mojando en cada palmetazo. Empecé a emitir pequeños quejidos, hasta que solté un grito y él paró. Acarició mi culo ya enrojecido y el placer volvió. me ordenó incorporarme y poner mis prendar bien saliendo de la habitación.
¿A quién le gusta que le azoten? si hacemos esta pregunta abiertamente todo el mundo respondería que a nadie le gusta sufrir el dolor que provocan los azotes. el primer día que mi Amo me azotó mis nalgas se reveló y mi mente se bloqueó, me preguntaba como puedo dejar que me azoten y lo peor después de varios azotes como es que he acabado sonriendo como si no hubiera pasado nada, un misterio. El dolor es parte del juego para algunos sumisos y sumisas, es soltar esa adrenalina que guardamos y deseamos hacer circular por nuestro cuerpo, excitación al esperar cuán fuerte será el azote y cuanto podremos soportar, llega un momento en el que la mente juega y transforma el dolor en placer.
Un día, de esos frías de invierno, mi Amo me llamó a su cuarto, estaba sentado en la cama, me hizo acercarme y que me echara sobre sus rodillas, con el culo hacia arriba, bien en pompa me ordenó. Me levantó la falda, bajó mis bragas y dejando mis algas al aire empezó a azotarme primero despacio, casi como una caricia y fue intensificando su fuerza poco a poco. Alternaba la nalga derecha y la izquierda a su antojo, notaba dolor en sus golpes pero mi coño se iba mojando en cada palmetazo. Empecé a emitir pequeños quejidos, hasta que solté un grito y él paró. Acarició mi culo ya enrojecido y el placer volvió. me ordenó incorporarme y poner mis prendar bien saliendo de la habitación.
23 de mayo de 2013
Sentirse objeto
Cual fue mi sorpresa cuando una de las cosas que no entendía en este mundo de BDSM se me reveló. Me he sentido objeto por unos instantes, es una sensación extraña, parecía inanimada y sin sentido, mi mente solo podía pensar en que era suya, que mi voluntad era la suya y mi mayor anhelo era que me utilizara a su antojo.
Antes no podía creer que se sintiera excitación al ser usada como objeto, ni que al usarlo el dominante sintiera a la vez excitación, y lo he comprobado, no es que anulara mi voluntad, ni mi poder de decisión, ni siquiera mi personalidad. Era yo misma con mi sano juicio, mi personalidad, mi poder de decisión y mi voluntad, pero llegando al éxtasis, abandonando mis fuerzas para que él las recogiera y las utilizara como más convenía en ese momento, y supo darme lo que quería en ese momento, supo leer mi pensamiento, o yo supe lo que él pensaba, e hizo lo que sabía que iba a hacer. Creo que estamos alcanzando un alto grado de compenetración.
No fue el sentimiento que se siente cuando la otra persona te utiliza sin tu consentimiento, no te agrada, te menosprecia y quizás te humille. Me utilizó con delicadeza, con respeto y sabiendo que me gustaría. Me sentí alzada y adorada a la vez, aunque esta expresión sea insuficiente sentí su calor y excitación a la vez.
Antes no podía creer que se sintiera excitación al ser usada como objeto, ni que al usarlo el dominante sintiera a la vez excitación, y lo he comprobado, no es que anulara mi voluntad, ni mi poder de decisión, ni siquiera mi personalidad. Era yo misma con mi sano juicio, mi personalidad, mi poder de decisión y mi voluntad, pero llegando al éxtasis, abandonando mis fuerzas para que él las recogiera y las utilizara como más convenía en ese momento, y supo darme lo que quería en ese momento, supo leer mi pensamiento, o yo supe lo que él pensaba, e hizo lo que sabía que iba a hacer. Creo que estamos alcanzando un alto grado de compenetración.
No fue el sentimiento que se siente cuando la otra persona te utiliza sin tu consentimiento, no te agrada, te menosprecia y quizás te humille. Me utilizó con delicadeza, con respeto y sabiendo que me gustaría. Me sentí alzada y adorada a la vez, aunque esta expresión sea insuficiente sentí su calor y excitación a la vez.
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14 de mayo de 2013
Me doy permiso
Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente. No he nacido para ser la víctima de nadie. No soy perfecto, nadie es perfecto y me permito rechazar los esquemas ajenos: un hombre sin fisuras, rígidamente irreprochable. Es decir: inhumano.
Me permito no sufrir angustia esperando una llamada de teléfono, una palabra amable o un gesto de consideración. Me afirmo como una persona no adicta a la angustia. No espero encerrado o recluido ni en casa, ni en un pequeño círculo de personas de las que depender. Soy yo quien me valoro, me acepto y me aprecio.
Me doy permiso para ser inmune a los elogios o alabanzas desmesurados: las personas que se exceden en consideración resultan abrumadoras. Me permito un vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro en su juego.
Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico.
Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo “normal” y lo “anormal” en mis estados emocionales lo establezco yo.
Joaquín Argente. Fragmentos publicados en: SaberPsicología.com
Me esfuerzo por ser cada día mejor, me doy permiso y lo intento, pero a veces sucumbo a la cruel realidad, a lo dicho: el de ser humana. En ciertas ocasiones sufro por la espera de una llamada de teléfono, por una palabra amable o un elogio, deseo ser "normal" encontrarme siempre alegre, ser perfecto y mi estado emocional es una montaña rusa que sube a la euforia extrema y baja a la depresión angustiadora, soy controladora del tiempo y del espacio. Y mi mayor deseo es que seas feliz, tú que me lees y todos los que viven en este mundo.
Me esfuerzo por ser cada día mejor, me doy permiso y lo intento, pero a veces sucumbo a la cruel realidad, a lo dicho: el de ser humana. En ciertas ocasiones sufro por la espera de una llamada de teléfono, por una palabra amable o un elogio, deseo ser "normal" encontrarme siempre alegre, ser perfecto y mi estado emocional es una montaña rusa que sube a la euforia extrema y baja a la depresión angustiadora, soy controladora del tiempo y del espacio. Y mi mayor deseo es que seas feliz, tú que me lees y todos los que viven en este mundo.
5 de mayo de 2013
Otra evolución en mi mundo de sumisa
Todo es una línea continua, no estamos solos en el universo, pensamos que somos únicos y diferentes a los demás pero lo cierto es que todos somos iguales, hay miles de personas que son como tú y como yo, que sienten, tienen necesidades, placer, angustias, que crecen y viven igual que todos.
Al principio de los principio de mi nacimiento en el BDSM me sentí algo mal y rara, no podía controlar mis emociones y envuelta en los tabúes que me marcaron en mi vida pensaba que este mundo no tenía cabida en mi vida, pero hoy me doy cuenta que hay más personas que viven este mundo con total normalidad. He ido creciendo avanzando y evolucionando y ya lo estoy considerando como algo de la vida, de mi vida.
Ayer salimos mi Señor y yo, como otras veces elegimos mi vestuario, me había regalado un par de prendas para lucir en estas ocasiones, y entre los dos decidimos el vestido, esto no se me hubiese pasado por la cabeza con anteriores parejas, pero ahora es lo normal, a mi Señor le gusta que esté lo más elegante para él. Así que me puse el corpiño de cintura que le gusta a él ya que no llega a tapar mis pechos, como soy friolera me permitió que eligiera la blusa de rejilla que ponerme encima. Me había regalado esas braguitas altas que moldean la figura con una gasa que transparentaban todo mi culo, una falda negra larga y estrecha que solo me deja dar pasitos cortos y los botines bajos. Y salimos.
En su guarida había más gente, un par de parejas conocidas, con gustos afines. No era la primera vez que estábamos entre amigos, pero esta vez me sentí más cómoda, mi punto exsibicionista estaba saliendo. Hoy al recordarlo me ha sorprendido la tranquilidad que había en el lugar, el hecho de que cada uno estuviera como se dice a su royo, a veces hablando de mordazas, de sumisos y látigos mientras tomábamos unas copas, otras veces cada pareja practicando como si no hubiese nadie más, unos jugando con las cuerdas de bondage, los segundos con sus látigos, y mi Señor con las pinzas y mis pechos.
Mi reflexión de hoy es ver como he evolucionado sintiéndome cómoda ante los demás en el mundo del BDSM ya que cada día aprendo cosas diferentes. Hoy mi Señor me ha venida a ver y aunque ha sido una visita informal charlando de las vanalidades de la vida, he visto su cara relajada y contenta, ayer fue una gran velada.
Al principio de los principio de mi nacimiento en el BDSM me sentí algo mal y rara, no podía controlar mis emociones y envuelta en los tabúes que me marcaron en mi vida pensaba que este mundo no tenía cabida en mi vida, pero hoy me doy cuenta que hay más personas que viven este mundo con total normalidad. He ido creciendo avanzando y evolucionando y ya lo estoy considerando como algo de la vida, de mi vida.
Ayer salimos mi Señor y yo, como otras veces elegimos mi vestuario, me había regalado un par de prendas para lucir en estas ocasiones, y entre los dos decidimos el vestido, esto no se me hubiese pasado por la cabeza con anteriores parejas, pero ahora es lo normal, a mi Señor le gusta que esté lo más elegante para él. Así que me puse el corpiño de cintura que le gusta a él ya que no llega a tapar mis pechos, como soy friolera me permitió que eligiera la blusa de rejilla que ponerme encima. Me había regalado esas braguitas altas que moldean la figura con una gasa que transparentaban todo mi culo, una falda negra larga y estrecha que solo me deja dar pasitos cortos y los botines bajos. Y salimos.
En su guarida había más gente, un par de parejas conocidas, con gustos afines. No era la primera vez que estábamos entre amigos, pero esta vez me sentí más cómoda, mi punto exsibicionista estaba saliendo. Hoy al recordarlo me ha sorprendido la tranquilidad que había en el lugar, el hecho de que cada uno estuviera como se dice a su royo, a veces hablando de mordazas, de sumisos y látigos mientras tomábamos unas copas, otras veces cada pareja practicando como si no hubiese nadie más, unos jugando con las cuerdas de bondage, los segundos con sus látigos, y mi Señor con las pinzas y mis pechos.
Mi reflexión de hoy es ver como he evolucionado sintiéndome cómoda ante los demás en el mundo del BDSM ya que cada día aprendo cosas diferentes. Hoy mi Señor me ha venida a ver y aunque ha sido una visita informal charlando de las vanalidades de la vida, he visto su cara relajada y contenta, ayer fue una gran velada.
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27 de abril de 2013
Romances de una noche
Esta noche he seducido, crees que has sido tu quien ha guiado mis pasos, pero sin darte cuenta dijiste lo que yo sabía.
Seducción.
Una llamada, oí mi nombre y rápidamente contesté quién era, era mi Amo que me ordenaba que urgentemente cogiera mi abrigo y fuese a su encuentro. Mi amo me reclama pensé, tengo ganas de jugar con él, sé que sus deseos son órdenes para mí, aunque mi ánimo hoy está más juguetón de lo habitual, debo saciar su sed de poder sobre mi, y al mismo tiempo deseo que juegue conmigo, que sus manos toquen mi precioso tesoro haciéndome gozar.
Abro el armario y cojo el abrigo negro, me desvisto y me pongo el abrigo sobre mi piel desnuda, del cajón cojo un collar, no un collar cualquiera, ese que me regaló, el que solo me pongo para el, el que lleva un aro insertado para que pueda enganchar una correa, el collar de su gatita. Busco mis zapatos (10 cm de tacón, casi no puedo andar), ahí están y me los coloco. Se me olvidaba: el abrigo no debe estar abrochado por completo, el último botón debe dejar entrever mis piernas. Ya lista salgo a su encuentro.
Ahí está, altivo y majestuoso, esperando que sus órdenes sean cumplidas pronto y su posesión se acerque rápidamente. Una sonrisa de satisfacción se deja ver en su boca, su gatita ha llegado. Como gata sibelina que soy, me acerco con pasitos raudos con la mirada baja, me paro frente a el y sin elevar demasiado la mirada le sonrío, muestro mi collar y el pone la cadena que ha sacado del bolsillo. Me acerco para besar su mano, mis labios rozan su piel y sin que pueda darse cuenta he desabrochado algún botón más del abrigo para que pueda, con suave movimiento, introducir su mano por él y dirigirla hacia mi cuerpo, pasarla por mis pechos, y como un minino me dejo acariciar.
Comenzamos a caminar sin rumbo concreto, yo voy detrás, me adelanto para que pueda ver contornear mis caderas, me vuelvo a acercar para rozarle, me alejo otra vez. El me deja caminar a mi estilo, sabe que su gatita pasea en la noche fría, que bajo el abrigo mis pezones están tensos y mi coño húmedo. En un callejón oscuro me empuja hacia la pared, sabe que su gatita está deseando que la toque, la bese. No tarda ni un segundo y tengo a mi espalda la pared y a mi frente mi Amo metiendo su lengua en mi boca, pasando sus dedos por mi coño, jadeando de placer. Me penetra allí mismo, de pie.
El retorno a casa es pausado, su gatita va detrás y si tuviera cola la iría moviendo alegremente. Esta noche he jugado.
25 de abril de 2013
OBJETO DE DESEO
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Yo y otra sumisa
En la sesión de hoy mi Amo ha iniciado a otra sumisa.
¿Desde qué punto de vista podría hacer esta entrada?,
seguramente se podría dar variedad de ángulos sobre el qué abordar el tema,
pero quizás seré fiel al título del blog, y hablaré de
qué sentidos se me han activado durante la sesión. Una vez reflexionando sobre
ello nada más puedo decir que ha sido mi primera experiencia en BDSM junto a otra sumisa, eran nuevas sensaciones y los cinco sentidos tuvieron
su importancia, tanto como el sentido de la responsabilidad, del saber estar,
el sentido de las emociones, etc.
Estaba algo nerviosa cuando vi aparecer a mi Amo y detrás, otra
sumisa, sabía que debía estar a la altura de las circunstancias. Mi Amo primero
dedicó su atención en ella, ordenándome de vez en cuando para que le ayudara
con ella, fue suave con ella, haciéndole saber cómo debía estar a su servicio para
ser una buena sumisa, después probó su resistencia y límites, con un poco de
tortura en sus pezones, incluyendo pinzas y algún que otro latigazo en sus
nalgas, aunque antes me hizo poner
cara a la pared para poder darme con la fusta en las nalgas, para que ella viera
mi culo rojo, me estaba observando y yo no podía ver la reacción de la sumisa
ni la de mi amo que a cada latigazo en mí se volvía hacia ella para ver su
reacción, yo pensaba en el gusto de mi Amo al azotarme y al mirar a su nueva
sumisa. Rodeó con una cuerda los pechos de la sumisa y me ordenó ayudarle, fue
cuando mis manos rozaron el cuerpo de ella, era otro tacto, más fino y
delicado, cuando la hubo atado me hizo lamerle los pezones, era otro olor,
suave y dulzón, otro gusto, otras sensaciones, también le ordenó lamer los míos y esto me excitó. Nunca había estado tan en
contacto con otra mujer, y me sorprendió gratamente. A partir de ahí mi Amo se entretuvo a su gusto con ambas.
No se si volverá a haber otra sesión con la sumisa, yo gocé viendo como mi Amo jugaba con ella, y cómo ella obedecía sus órdenes.
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20 de abril de 2013
Un nombre, una identidad, algo para fantasear: Maragda
Hoy mi Amo me ha comunicado que pronto tendrá bajo su dominación a otra sumisa. Ya lo habíamos hablado antes, aunque creo que puede ser beneficioso y creativo tengo algunos temores ante su llegada. Ella no tiene experiencia y su propósito es aprender y el de mi Amo enseñarla.
Mi Amo y yo estos días hablamos sobre el tema y en un punto de la conversación me dijo cómo se le debía llamar, cómo se la conocía. Era un nombre bonito, mi amo comentó que era agradable tener una sumisa con ese nombre con el que poder nombrarla, me hizo dar cuenta que yo no tenía nombre para él, yo simplemente era su sumisa, me llama sumisa, esclava, perrita, en alguna página web tengo un nik, pero a el en su dominación demostrando su poder sobre mi, elige solamente ordenarme, mandarme, llamarme con esos nombres.
No sabía si debía alegrarme porque me consideraba su sumisa y por ello me llamaba solamente así. Entonces, le pedí que me concediera tener un nombre, tras pensarlo y consultarlo se decidió por Maragda. Me gusta, lo elegí yo y el lo aprobó, Maragda es Esmeralda en catalán, una de las piedras preciosas. No sé si este nombre le gusta en serio a mi Amo, ni si lo usará siempre o durará poco, quizás ni llegue a nombrarme por el, hará lo que desee sin que yo proteste, pero ahora es mi nombre de sumisa, Maragda.
¿Es importante un nombre para una sumisa o lo es para su Amo?.Creo que no.
Mi Amo y yo estos días hablamos sobre el tema y en un punto de la conversación me dijo cómo se le debía llamar, cómo se la conocía. Era un nombre bonito, mi amo comentó que era agradable tener una sumisa con ese nombre con el que poder nombrarla, me hizo dar cuenta que yo no tenía nombre para él, yo simplemente era su sumisa, me llama sumisa, esclava, perrita, en alguna página web tengo un nik, pero a el en su dominación demostrando su poder sobre mi, elige solamente ordenarme, mandarme, llamarme con esos nombres.
No sabía si debía alegrarme porque me consideraba su sumisa y por ello me llamaba solamente así. Entonces, le pedí que me concediera tener un nombre, tras pensarlo y consultarlo se decidió por Maragda. Me gusta, lo elegí yo y el lo aprobó, Maragda es Esmeralda en catalán, una de las piedras preciosas. No sé si este nombre le gusta en serio a mi Amo, ni si lo usará siempre o durará poco, quizás ni llegue a nombrarme por el, hará lo que desee sin que yo proteste, pero ahora es mi nombre de sumisa, Maragda.
¿Es importante un nombre para una sumisa o lo es para su Amo?.Creo que no.
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